Senderismo en Peña Seli. Ruta por Otiñar y sus alrededores

El grupo de senderismo de la Asociación Peña Deportiva Seli con Juanfra Garcia, Coordinador de Senderismo y Javier Liebanas, Presidente al frente, ha realizado una nueva ruta de las programadas para este año 2015. En esta ocasión el lugar elegido para ello fue Otiñar y sus alrededores.

Nos recibía el día con buen tiempo, en una mañana fría pero soleada, que invitaba a recorrer y disfrutar de un paraje precioso cargado de historia pero a su vez un gran desconocido para muchos. Comenzamos la ruta atravesando el conocido Barranco de la Tinaja y nos adentramos en el sendero que nos conduce al Castillo de Otiñar, de origen árabe y posteriormente cristiano, era vigilante del camino viejo a Granada que pasaba por la Cañada de las Hazadillas. Una vez superada la colina donde se sitúa el Castillo pudimos disfrutar de las vistas así como adentrarnos en el propio Castillo aunque lamentándonos del estado de abandono en el que se encuentra en la actualidad.

Tras finalizar la visita al Castillo de Otiñar, volvimos a retomar la ruta bajando nuevamente hacia el barranco para ir hacia la Hoya del Caño, donde nos encontramos con unos paisajes que nos hacían transportarnos a otros lugares.

Tras avanzar hasta donde el acceso nos lo permitió, retrocedimos sobre nuestros pasos para volver al Barranco de la Tinaja y al Abrigo de Toril, donde pudimos disfrutar antes del regreso de esos grabados de la prehistoria, los conocidos petroglifos. Los petroglifos son un conjunto de 30 grabados en la roca bajo la técnica del bajorelieve predominando los círculos concéntricos de la época del Neolítico y que datan aproximadamente del IV y III milenio ante de Cristo. También aparecen diversas figuras entre las que destaca la conocida Venus así como unos signos que bien pudiera tratarse de protoescritura, un inicio a la escritura mediante símbolos, todo este conjunto para algunos entendidos parece indicar que aquí se hubo un Santuario. 

Estos petroglifos se complementan con una serie de pinturas rupestres ubicadas en varias cuevas diseminadas por el entorno y que hizo que fuese declarada la zona como Bien de Interés Cultural, el cual hay que luchar para preservarlo del paso del tiempo, del olvido y del abandono.